Aún
con el cuerpo resentido de la paliza de los días anteriores, nuestro primer día
en Inle decimos que sí a la propuesta que nos lanza Anna, una catalana que
conocimos por tierras birmanas. Se trata de ir a visitar Tofu Palace; un lugar
donde poder degustar gran variedad de productos locales y, como producto
estrella, el tofu en sus diferentes versiones. Acordamos coger unas bicis para
“llegar antes”, pero la historia se complica cuando las bicis trochas del hotel
hacen del recorrido de subidas y bajadas un suplicio que dura casi ¡una hora!
¿podemos dejar ya de hacer ejercicio, por favor???
El lugar es un puestecillo con
unas mesas y sillas que sirve de bienvenida y punto de encuentro con un
simpático hombre que resulta ser nuestro guía. Así que nada de palacios ni
cosas ostentosas como el nombre parecía indicar… Tras invitarnos a una ensalada
de tofu y darnos a probar ciertos snacks, nos propone hacer una visita guiada
por el pueblo de manera que podamos ver con nuestros propios ojos cómo se
elaboran los diferentes productos locales que vemos en las tiendas de todo el
país.
Durante el paseo por el pueblo, el
guía nos explica las propuestas que se llevan a cabo en relación a la limpieza
de las calles, reciclaje y mejora de la escuela y centro médico. La gente, a
nuestro paso, nos saluda amable y con ciertas sonrisas tímidas. En nuestra ruta
vamos a 4 casas/talleres: tofu, pipas, snacks y dulces. En cada una de las
paradas, vemos sorprendidas cómo se hace con un mismo ingrediente diferentes
variedades usando varias técnicas: cocido, asado, frito... Nos dan a probar de
todo y siempre ofrecen la posibilidad de comprar directamente al productor. La
visita resulta muy interesante y el camino de vuelta a casa parece más corto… como
de unos 50 min, jajaja
Al día siguiente, acordamos hacer
una excursión en barco con otras compañeras y a nuestra medida en cuanto a
horarios y paradas. Salimos a las 11h de nuestro hotel y empieza un agradable
paseo en barca.
Después de casi una hora llegamos
a la primera parada; unos telares que trabajan con seda, loto y algodón. Es
impresionante ver cómo elaboran el hilo de la planta de loto con una paciencia
infinita. El trabajo en los telares es minucioso, rítmico y con cierto efecto
hipnotizante. Nos explican las diferencias en los tejidos y la forma que tienen
de crear los colores partiendo de productos naturales.
En la siguiente parada, vemos
cómo se elaboran los conocidos “Cheroots”, unos cigarros hechos de manera
artesanal con hojas de tabaco. Aunque aprovechamos para contaros que, en este
país, lo más habitual es mascar tabaco que viene plegado en forma de pirámide
que casi no cabe en la boca al principio y tiñe los dientes de color
anaranjado. A medida que se va consumiendo, la gente lo escupen allá por donde
pilla y es por eso tan habitual ver manchas rojas por el suelo. Hacemos un alto
en el camino para comer y hoy, como estamos de fiesta, tiramos la casa por la
ventana y nos damos un festín. Nuria se anima a comer pescado a la brasa, ¡uno
entero para ella sola! Y Esther prueba una nueva receta para unos deliciosos “noodles”.
Con las pilas cargadas, visitamos
Phaw Daw Oo pagoda en la que vivimos un momento muy curioso. Al poco de
acceder, nos hacen salir a los turistas fuera del templo principal porque hay
una visita de alguien importante que va rodeado de guardaespaldas, agentes de
seguridad y policía. Además de un grupo de paparazzi entre los que se cuela
nuestra fotógrafa particular para ver qué se cuece. Averiguamos que es el
presidente de Myanmar y su esposa que visitan el templo y son recibidos con
honores. Después vamos al Jumping Cat monastery, un monasterio que no tiene mucho de especial así que
aprovechamos para hacernos fotos.
Y por último, llega el momento
más auténtico: el atardecer sobre el lago Inle. Esperamos cerca de una hora
para ver cómo se despide el sol pero mientras podemos ver a hombres pescando de
una forma muy característica y que supone todo un sello del lugar. Hay
pescadores reales que tratan de buscarse la vida pescando y otros ficticios que
sólo se acercan a las barcas de turistas para que les hagas la foto y, al fin y
al cabo, es otra forma de buscarse la vida. Si queréis ver a uno de los reales
podéis visitar el blog de Esther: www.estherdiaz.es.
Nos despedimos en Inle de la que
ha sido nuestra gente durante una semana y volvemos al formato tándem para
nuestro próximo destino: Hsipaw. ¡Allí nos vemos!