viernes, 13 de febrero de 2015

¡Nueva York...de cine!

Nuestra segunda semana en Nueva York comienza pasando el día visitando la que probablemente sea una de las estatuas más emblemáticas del mundo: La estatua de la Libertad. Verla de CERCA impresiona y conocer su simbología y toda la historia que le acompaña es muy pero que muy interesante. La excursión se completa visitando Ellis Island. Ahora convertido en museo, es el lugar donde se llevaba a cabo la recepción de todos los inmigrantes que venían dispuestos a cumplir el gran sueño americano. Al igual que Vito Corleone en "El Padrino II", la gran sala hoy vacía de la foto era el lugar donde los recién llegados eran registrados y pasaban los exámenes médicos oportunos que les autorizaban para entrar al país por considerarles válidos para trabajar y asegurar así un buen futuro a América. Los -11ºC de aquel día no se nos olvidarán nunca, ¡¡¡qué fríiiiiooooo!!! 





Al día siguiente, visitamos en primer lugar “Grand Central Terminal”, la principal estación de tren de NY que parece esconder montones de historias de pasajeros en sus rincones. Tras catar un hot-dog (perrito caliente) de uno de los típicos puestecillos ambulantes, nos dirigimos a la Biblioteca Pública. El hecho de que cuente con audioguía para recorrerla os permite haceros una idea de la categoría de edificio que estamos hablando. Pasamos un rato de buena calefacción antes de recorrer parte de la QUINTA Avenida y toparnos casi sin darnos cuenta ante el edificio más alto de la ciudad: el Empire State. Debemos admitir que no nos impresionó mucho su altura desde la acera pero reconocemos que da un toque encantador a la estampa, jejeje.. 





Para retomar fuerzas y sentirnos cual auténticas estadounidenses, entramos a un local cutrecillo pero muy famoso por vender porciones de pizza por 99 centavos. De vuelta a casa y para darnos el último festín, probamos la famosa Cheesecake o tarta de queso en sus dos versiones más conocidas: mermelada de fresa y chocolate, mmm ¡qué maravilla! Aún a día de hoy no sabríamos elegir cúal nos gustó más. Como véis, ese día la cosa iba de comida sana ;)



La nieve vuelve a aparecer por sorpresa en nuestras vidas y hace que hagamos planes a cubierto. La juguetería ToyRus de Times Square es un punto obligado de visita y como el tiempo no acompañaba, disfrutamos con la calma de sus tres pisos y de todas las cosas que sus dependientas aburridas por la falta de clientela nos ofrecían: pintauñas de colores para hacer diseños divertidos, fotos con algunos de los personajes y peinado nuevo...



Otra visita resguardadas del clima resulta ser Strand Book Store, una de las mayores librerías del mundo. Dicen que si se colocaran todos los libros que contiene en una única fila se conseguirían unas 18 millas de libros, ¡una auténtica locura para lectores y no lectores!


Al día siguiente se nos pegan las sábanas y salimos al mediodía del hostal. Volvemos a la Quinta Avenida pero esta vez a la parte de arriba, donde se encuentran algunas de las tiendas más selectas de las mayores marcas. Y, luciendo con un brillo especial, la joyería Tiffany's frente a la cual Audrey Hepburn soñaba despierta en “Desayuno con diamantes”. El personal es encantador y nos tratan con un gusto exquisito a pesar de nuestras pintas de mochileras... Entramos a continuación y muy brevemente a la catedral de St. Patrick antes de acercarnos a nuestra cita con uno de los lugares que más han marcado la historia contemporánea americana: la zona 0. La sensación de tener el corazón en un puño se mantiene durante toda la visita; son muchos los detalles, fotografías y vídeos que plasman lo que se vivió en esta ciudad durante y, sobre todo, después de aquel 11 de Septiembre de 2001. Y aunque haya alguna cosa que nos resultó una americanada, reconocemos que se trata de un lugar indispensable en la visita a Nueva York.







La víspera a nuestra marcha el tiempo decide darnos una tregua y... ¡hace bueno! No sabemos a qué temperatura estamos pero se nota agradable en la cara y no paramos de decir “¡pero qué bueno hace!, no?”. Nos sube la moral y vemos con otros ojos, aún mejores, lo que nos falta de visitar. Rockefeller Center es nuestra primera parada, éste sí que es un edificio que nos impresiona, ¡qué pasada! La tienda de Lego que hay justo enfrente hace las delicias de los más mañosos y nosotras nos dedicamos a cacharrear, para variar...



Una de las cosas que más ilusión le hacía a Esther era visitar los sitios que aparecen en la peli “Solo en casa 2”, que tantísimas veces ha visto. En el siguiente montaje podéis ver que recorrimos muchos de ellos; como por ejemplo “Hotel Plaza: ambiente agradable y tranquilo en el hotel más elegante de Nueva York” ;)


Nos despedimos de este destino paseando por Times Square por última vez. Echaremos de menos el glamour de las luces de Broadway, el humo de las alcantarillas y los taxis amarillos pero estaremos encantadas de olvidarnos del frío.

Bye-bye New York!

 

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