sábado, 30 de mayo de 2020

Huê´

Nuestra visita exprés a Huê´ de algo más de 24h merece y mucho la pena; aportándonos el punto de vista más tradicional de Vietnam. Conocida por ser la sede de las dinastías que han pasado por el país, una imponente ciudadela es su mayor atractivo ya que alberga la ciudad imperial. La entrada más habitual para los turistas a día de hoy es la norte aunque antiguamente fuera reservada para uso exclusivo del rey. Frente a ella, y como rasgo distintivo, se alza la torre del estandarte desde donde ondea la bandera del país (o según Esther, la bandera de Estrella Damm, jajaja).




El calor es sofocante y durante toda la jornada buscamos la sombra; además de tener que parar cada 2h a hidratarnos y abanicarnos en rincones fresquitos. Es una superficie tan extensa que recurrimos a la guía y a un mapa para recorrer todo el complejo. En resumen, se distribuyen en el espacio los lugares oficiales para la recepción de autoridades, “la Ciudad Púrpura” destinada al uso exclusivo del emperador y su familia, las dependencias de la reina madre, del servicio y un teatro, una biblioteca y varios lugares de ocio para la familia real. Podéis encontrar otra instantánea en el blog de Esther











Nuestros rincones favoritos son las zonas ajardinadas, cuidadas con mucho mimo y donde pequeños vaporizadores permiten refrescarnos. Resulta ser el lugar ideal para tomarnos un helado, ¡qué calor!







Además de la ciudad imperial, Huê´ cuenta con muchas tumbas imperiales que también son merecedoras de visita y a las que llegamos alquilando una moto para unas escasas 3 horas por la tarde. Como veis, sólo tenemos un día disponible y hemos decidido exprimirlo al máximo. Cae el sol y el calor da una pequeña tregua que nos permite llegar a una tumba que se encuentra en medio de un bosque, en un entorno muy tranquilo y agradable.





Terminamos nuestro periplo visitando la Torre de las Mujeres al atardecer y acordándonos de todas las mujeres bonitas de nuestra vida.  




lunes, 18 de mayo de 2020

Hoi An: Parte 2

Seguimos en Hoi An y las jornadas posteriores las dedicamos a varios cometidos. Para empezar, planificamos una excursión a Marble Mountains o Montañas de Mármol. Elegimos visitar la más conocida, la Montaña del agua. Se trata del ascenso a una montaña con escaleras, pagodas y cuevas en donde cada rincón esconde algo diferente.





En el día, se entremezclan momentos de gran espiritualidad al estar rodeadas de altares, incienso y estatuas con otros donde nos sale nuestro payaso interior y nos da por hacer fotos más divertidas al ver por enésima vez un buda, jajaja. Además, subimos al pico más alto con esfuerzo y sudando la gota gorda por un camino interminable de escaleras.







Al día siguiente, cumplimos con la visita de rigor y visitamos “con fundamento” la parte antigua de la ciudad. Nos sorprende ver a varias parejas de novios vestidos con sus mejores galas haciéndose un reportaje y, como muchos otros turistas, nos paramos a verles un rato para luego sacarnos la foto en el enclave escogido: el puente cubierto japonés. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999, este puente fue construido para conectar el barrio de los comerciantes japoneses con el barrio chino. Fijaos bien porque en cada extremo hay un centinela peculiar que vigila el paso de los transeúntes.




En las calles de este casco antiguo, se combinan salas de asambleas, museos, casas tradicionales, y pagodas. Podéis ver alguna foto más en el blog de Esther. Debemos reconocer que recorrer Hoi An de día y bajo un sol sofocante hace que nos decantemos por la visita nocturna del primer día que tanto nos enamoró.





Como grandes aficionadas que somos a visitar mercados, no faltó la vuelta por el mercado de día, viendo el ir y venir de comerciantes y clientes a pie o en bicicleta.




Despedimos esta fantástica ciudad poniendo rumbo a Huê, la antigua capital imperial de Vietnam. ¡Nos vemos allí!

viernes, 8 de mayo de 2020

Hoi An; Parte 1

Este destino nos acoge con tal calidez y buen feeling que al poco de llegar ya nos ronda por la cabeza la idea de disfrutarlo e invertir varios días en ello. La primera tarde nos lanzamos a descubrir los alrededores del hotel para visitar templos y jardines con calma y, por supuesto, aprovechar para comer algo.




Una de las cosas que más llama la atención al pasear por Hoi An son las sastrerías. Es muy habitual, cuando visitas esta ciudad, toparse con ellas, mirar en un catálogo los diferentes diseños y, tras elegir el tipo y color de la tela, pasarte en un par de días a recoger tu nuevo modelito. Además, hay montones de tiendas con productos hechos en cuero: sandalias, bolsos, maletas… menos mal que tenemos grabado a fuego que vamos con una mochila y no se puede comprar nada porque sino tendríamos la tarjeta echando humo…




Se nos cae la noche encima cuando llegamos a la parte antigua y llega la magia. Montones de farolillos de colores se iluminan y dan a la ciudad una atmósfera casi de ensueño que hace que se considere la ciudad más bonita de Vietnam. Pasear por sus calles es una delicia y nos dejamos llevar para atravesar el río y llegar al mercado nocturno. Aprovechamos para comprar algún souvenir y entramos a más de una galería con cuadros llenos de color.







Al día siguiente, alquilamos unas bicis para conocer los alrededores. En cuestión de 5 minutos nos vemos rodando por caminos entre arrozales. Su verde intenso y la sensación de paz hace olvidar el ajetreo del tráfico de unos metros atrás. Esther se lo pasa bomba sacando fotos y vídeos a toda clase de criaturas y parajes.





Como el calor es fuerte estos días decidimos invertir uno de ellos en acercarnos en moto ¡a la playa! El GPS nos guía para llegar hasta allí en cuestión de 20 minutos y pasamos un buen rato a la orilla del mar. Por la temperatura del agua, Esther no se anima a bañarse pero se pone manos a la obra para construirse una bañerita en la que el agua que traigan las olas se vaya templando… Nuria mira toda la jugada mientras toma el sol enfrascada en un nuevo libro de suspense. Ya sabéis, cada loco con su tema, jajaja…