Akumal es otra de las
excursione que hacemos desde aquí. En maya significa "lugar de
tortugas" y eso es lo que vimos... ¡¡¡Tortugaaaaas!!! Hacer
snorkel aquí sí que tiene sentido porque, sin darte cuenta, tienes
a tus pies una pequeña criatura que no se asusta al verte y que debe
pensar en lo plastas que somos los turistas hoy en día con tanta Go
Pro, palos y demás inventos. Estamos encantadas con la experiencia y
aunque el día nublado nos ha hecho tener pereza para entrar al agua,
ha merecido muchísimo la pena.
Al día siguiente toca
descansar y vagueamos en el hostal. Vemos peli tumbadas en las
hamacas, rato de lectura y ordenador y por la noche nos acercamos a
una plaza cercana para ver un documental (nos hemos enterado tarde de
que se está celebrando el Riviera Maya Film Festival-RMFF, ¡qué
rabia!). Ver cine al aire libre es siempre una experiencia tan
guay...
Tulum es para muchos la
esencia de la Riviera Maya. Playa más tranquila, ambiente hippie y
separada del pueblo con el mismo nombre, es una parada que no podía
faltar en nuestro recorrido. No hay problema para buscar sombra bajo
una palapa para Esther mientras Nuria se da un paseíto por la playa.
El agua tiene buena temperatura y al salir no podemos resistirnos a
la tentación de hacer un "castillo" de arena. A la hora de
irnos comprobamos orgullosas cómo aún se mantiene firme a pesar del
oleaje, ¡¡¡bieeeen!!!
Para el último día
dejamos el plato fuerte: visita al cenote "Jardín del Edén".
El tiempo no acompaña, parece que sabe que nos vamos porque hay un
txirimiri continuo...De toda formas, eso no nos aflige y, como
grandes aventureras, al agua que vamos. ¡Qué guay es curiosear bajo
el agua! Se ven las raíces de los árboles, pececillos, recovecos...
¡todo con una claridad alucinante!
A la tarde, ponemos rumbo
de nuevo a Cancún a pasar nuestra última semana, snif,
snif...¡hasta pronto!
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