jueves, 20 de febrero de 2020

Trekking Kalaw-Inle; 3 days/2 nights!

Dejamos atrás la capital para vivir una de las experiencias más recomendadas para nuestro viaje en Myanmar: hacer un trekking desde la localidad de Kalaw para terminar en el pueblo que alberga el lago Inle. Nos venimos arriba y nos animamos a realizar el de 3 días y 2 noches; dispuestas a compartir la experiencia con otras 7 personas y Moonsen, un guía muy experimentado.


Arrancamos el primer día recorriendo un tramo inicial por vías de tren en desuso pero luego las cuestas empiezan a resultar cada vez más frecuentes y, muy a nuestro pesar, más empinadas. Aunque cansadas, la ruta se va haciendo poco a poco más amena a medida que nos vamos conociendo, hablando con nuestros nuevos compañeros y nos sorprende cruzarnos de vez en cuando con búfalas de gran cornamenta pero bastante tranquilas. 




También pasamos por poblados donde la gente, siempre sonriente, nos saluda con la mano y con una sonrisa. Descubrimos que la tierra birmana es rica en cultivos variados pero si algo abunda son los campos interminables de chili. Pasadas las 4 de la tarde y con unos 23 km a nuestras espaldas, llegamos a nuestro alojamiento donde unas familias nos preparan una sabrosa cena…




El segundo día, al despertarnos, las agujetas se hacen notar y muchos llevamos cierto ritmo de Robocop, jajajaja. El paisaje se vuelve más árido y nuestros pasos atraviesan campos bastante secos hasta llegar al que será el momento estrella de la jornada: el río. Se trata de hacer un alto en el camino para dar un poco de tregua a nuestros pies pero alguna se anima a meterse de cabeza para bajar los calores de la mañana… claro que luego arrancar es más difícil y al “grupo de los mayores”, como nos llaman los del grupo de jovenzuelos, nos cuesta coger el ritmo. Esa noche nos permiten dormir en un monasterio y tenemos el lujo de contar con dos mantas cada uno, ¡imaginaos el frío que hace!





El tercer día Esther amanece con un inquilino en la cama: tiene un gato acurrucado junto a sus pies y al descubrirlo no puede estar más contenta. Cogemos fuerza en el desayuno y con el frescor mañanero nos ponemos en marcha. Hoy nos avisa el guía que será el día más duro con bajadas que harán sufrir a nuestras rodillas. Tenemos la suerte de ver diferentes estampas porque pasamos por una escuela a la hora del recreo y parte de la ruta transcurre a lado de un desfiladero que bien podría ser la versión birmana del Gran Cañón del Colorado, ¡qué bonito!






Aunque parece que nunca iba a llegar a su fin, nuestros pies pueden descansar y una barcaza nos acerca al pueblo del lago Inle. Es entonces el momento de despedirnos de nuestros compañeros de fatiga y de unos 65km en total. Ha sido un gustazo compartir esta experiencia con ellos y, a pesar de haber sido “el grupo de los mayores”, hemos cumplido como campeones con las expectativas.  ¡Hasta pronto chic@s!



Recordad que si queréis ver alguna foto más podéis entrar en www.estherdiaz.es/,  ¡gracias!



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