Dejamos la capital de Nepal para el
final. Pasamos seis días en los que nuestro planning es relajado y
con un único objetivo por día.Palabras como tráfico, contaminación
y concentración de "guiris" en el barrio de Thamel la
definen aunque también te puedes llevar agradables sorpresas.
El primer día decidimos visitar Garden
of Dreams (Jardín de los sueños). Se trata de un oasis entre cuatro
muros que hace olvidarse del ruido de claxon de los coches y permite
relajarse en sus jardines con colchonetas en el suelo, un columpio
que invita a soñar y maravillosos pasadizos rodeados de plantas.
Al día siguiente, en un intento
frustrado por acudir a visitar una pagoda, cambiamos de idea y nos
acercamos a un centro comercial en el que mirar escaparates, comparar
precios y... ¡ver una peli en el cine! Es ya una tradición en este
viaje pero en esta ocasión la película escogida no es la más
adecuada. Hay mucho diálogo y somos las únicas que se quedan
calladas mientras el resto de la sala se ríe a carcajadas. De todas
formas, al final la entendimos bastante bien ;)
Swayambunath Stupa no se nos resiste
esta vez y, tras escaquearnos de pagar la entrada por enterarnos en
un blog del posible acceso por la parte de atrás, llegamos a la cima
después de unos 400 escalones. Nos sorprende su magnitud, se alza
resplandeciente en lo alto de la colina y los monos que la resguardan
hace que sea conocida también como Monkey Temple (Templo de los
monos). Además, a su alrededor hay montones de estatuas de BUDAS.
Los últimos dos días los destinamos a
callejear a nuestro estilo por la ciudad y asomar la cabeza a Durbar
Square. Quizá parece una locura pero en esta ocasión optamos por
verla desde fuera (Patan y Bhaktapur ya han cubierto nuestro cupo de
templos ;P).En el paseo descubrimos enclaves como ÉSTE.
Dejamos el frío sin ninguna pena y
cogemos un avión que nos llevará a.... ¡Tailandia! ¡Hasta pronto!
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