En la costa de Guatemala llega el
calorazo que buscábamos desde hacía tiempo. El viaje de unas
cuantas horas se nos olvida rápido cuando encontramos un hotelillo
dentro de nuestro presupuesto con acceso directo a la playa
(directo-directísimo, vamos, ¡¡¡a un pasillo!!!) y con
piscina...¡los días por aquí prometen ser una tortura, jajaja!
Nos da la bienvenida al recinto el loro del hotel, que más de una vez se encarga de boicotear la lectura
relajada o los baños al caer el sol de los huéspedes.
Después del primer chapuzón, salimos
a contemplar el atardecer subidas a la torre de vigilancia más
cercana. El cielo está precioso y tenemos más de una instantánea
de ese rato.
Al día siguiente, nos vamos de paseito
mañanero por la playa. El mar está bravo porque,
como dice Esther: "esto, de pacífico sólo tiene el nombre".
Al poco encontramos un sorprendente pez GLOBO que nos genera mucha
curiosidad y asco a partes iguales. Luego, la fotógrafa se dedica a las fotos durante
un rato y Nuria, aprovechando la parada, busca lugares algo incómodos
donde poder tomar el sol. La foto que veis es robada, de paparazzi
total ;P
En el paseo, nos colamos en la terraza de uno de los
tantos hoteles que ahora están vacíos por ser temporada baja y encontramos una palmera con cocos. Esther tiene la idea de coger uno
y probar suerte... la insistencia de una y la cabezonería de la otra
hace que finalmente podamos abrirlo para, primero, beber el agua de
coco y luego comerlo. ¡Nos sentimos supervivientes 100%!
Como veis, los días aquí son muy relajados: sol,
piscina, lectura y pelis. Tenemos que cargar pilas para cambiar de
país porque la aventura continúa. ¡El Salvador nos espera y
promete ser un destino muy intenso!
hola advance open-waters
ResponderEliminarme descuido un poco y das media vuelta al mundo, hehehe
seguro que os lo dicen un montón, pero... VAYA ENVIDIA!!
un beso y cuidaros!
Hugo
¡¡Hugooo!! ¡¡Qué ilusión! Ya volvemos pronto y estamos a deseo de comer un heladito de Tutti Frutti.
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